sábado, 11 de diciembre de 2010

Un sueño.

En tu ausencia me consuelo con una imagen congelada en el tiempo,
la dulzura de tus palabras lamiendo mis oídos despierta en mi una tímida
sonrisa mientras un súbito rubor me abrasa las mejillas. No imaginas
cuán abrumada me haces sentir al tenerte cerca.

Tu seriedad de hombre meditabundo me azora robándome las palabras,
de a ratos desconozco cómo actuar o reaccionar ante ti, sólo se que mi
corazón es invadido por la ternura que me despiertas y no deseo nada
más que hundir mi rostro en tu pecho, que se detenga el tiempo por un
instante y me abraces fuertemente mientras escucho únicamente tu
respiración acompasada, lenta, repitiéndose una y otra vez.

Pero, estás tan lejos. A veces me cuestiono si realmente existes, o si el
subconsciente por mera diversión me juega una broma cruel creando un
espejismo con tus formas. Tal vez seas otro sueño hermoso del cual algún
día despertaré, hasta entonces seguiré admirándote profundamente.


No hay comentarios: